El racismo en el arte español no es una sospecha, sino una realidad documentada. Mientras el Congreso de los Diputados debate nuevas leyes contra la discriminación racial, el sector cultural español continúa perpetuando barreras invisibles que excluyen a artistas racializados. Según un reciente estudio del Museo Reina Sofía, solo el 12% de los artistas expuestos en instituciones públicas españolas son no blancos, una cifra que contrasta brutalmente con la diversidad de la sociedad actual.

En este contexto, proyectos como CalleArteMas emergen como alternativas necesarias. Fundado por Sisay Kandengue, inmigrante angoleño con más de 20 años de trayectoria en España, esta plataforma demuestra que otro modelo de mercado artístico es posible. A través de ferias inclusivas, políticas de membresía accesibles y una clara apuesta por la diversidad, están reescribiendo las reglas de un sistema tradicionalmente excluyente.

Este artículo no solo presenta datos crudos sobre la discriminación en el sector, sino que ofrece testimonios directos y, lo más importante, soluciones concretas que ya están funcionando. Desde estadísticas comparativas internacionales hasta las iniciativas pioneras de CalleArteMas, analizamos cómo el arte puede y debe ser un espacio de igualdad real.

1. El racismo en el arte español: cifras que evidencian la exclusión

1.1 Estadísticas del racismo en el arte español

El panorama español revela una alarmante falta de representación:

1.2 Comparativa internacional

Mientras España se queda atrás, otros países avanzan:

Estos datos demuestran que el cambio es posible cuando existe voluntad política e institucional.

2. Testimonios: la discriminación en primera persona

2.1 El caso paradigmático de Sisay Kandengue

El fundador de CalleArteMas relata:

“En 2015, tras años trabajando como artista en Andalucía, una prestigiosa galería sevillana rechazó mi exposición con el argumento de que mi obra ‘no encajaba en el mercado andaluz’. Hoy, esa misma galería vende piezas ‘étnicas’ como moda decorativa, pero sigue sin dar espacio a nuestras narrativas complejas.”

Su experiencia refleja un patrón común: la apropiación de estéticas racializadas vaciadas de su contexto y significado original.

2.2 Otros testimonios recogidos

Estos relatos evidencian cómo el racismo en el arte opera a través de mecanismos sutiles pero sistemáticos.

3. Soluciones prácticas para un arte antirracista

3.1 Cambios necesarios en las instituciones

1. Cuotas vinculantes:

2. Revolución en los jurados:

3. Transparencia radical:

3.2 El modelo CalleArteMas

Como ejemplo concreto de buenas prácticas:

3.3 Acciones individuales del racismo en el arte español con impacto

Para coleccionistas:

Para artistas:

Para el público general:

4. Conclusión: hacia una democratización real del arte

Los datos presentados revelan que el racismo en el arte español no es un problema anecdótico, sino estructural. Sin embargo, como demuestran iniciativas como CalleArteMas y los avances internacionales, el cambio es posible cuando se combina:

  1. Voluntad política (leyes y financiación específica).
  2. Compromiso institucional (cuotas, transparencia).
  3. Alternativas desde la base (plataformas independientes).

“El arte no es universal si solo representa a unos pocos. En CalleArteMas, cada obra, cada historia, cada identidad tiene su lugar.” — Sisay Kandengue

¿Has experimentado o presenciado discriminación en el sector artístico? Comparte tu testimonio aquí con el hashtag ArteSinRacismo y ayudemos a visibilizar este problema.

racismo en el arte español
El racismo en el arte español