Vender arte en redes sociales: juego perdido

¿Cuánto tiempo gastas en Redes Sociales sin vender una obra?

¿Cuánto tiempo pasas en redes sociales? Una hora al día, ¿quizás dos o tres? ¿Y cuántas obras has vendido por Instagram o Facebook? Si la respuesta es una, dos o tres, ¡enhorabuena! Porque acabas de ganarte un boleto en una lotería imposible de ganar.

Las probabilidades: Vender arte en Redes Sociales es un juego de suerte

Vender una obra de arte en Instagram o Facebook es casi como ganar en la lotería. Y no, esto no es una exageración. Para ponerte en contexto, Instagram tiene más de 2.35 mil millones de perfiles activos, mientras que Facebook supera los 3 mil millones. Entre tantos perfiles, la posibilidad de que un curador, comisario o coleccionista encuentre tu trabajo es ínfima.
Ahora, vamos a hacer un ejercicio mental: imagina que eres un curador que busca descubrir artistas emergentes exclusivamente en redes sociales. Entre los millones de perfiles en Instagram, ¿Cuántos crees que podría revisar en un día? Consideremos que el promedio de esperanza de vida en Europa es de unos 72 años. Si dedicas unas 8 horas diarias a revisar perfiles de artistas en Instagram o Facebook, ¿Cuántas vidas necesitarías para encontrar una obra que valga la pena? Bueno, haría falta más de diez vidas. ¡Habrías desperdiciado tus existencias todas sin encontrar una joya escondida! ¿Cierto?

La verdad: Los curadores y comisarios no buscan en Redes Sociales

Y aquí viene la pregunta de oro: ¿Cómo los curadores y comisarios realmente encuentran a los artistas emergentes? La respuesta es simple: no lo hacen en redes sociales. Es imposible y un desperdicio de tiempo. Los profesionales serios buscan en directorios o plataformas especializadas como la nuestra de CalleArte, que les ahorran el trabajo sucio.

¿Por qué estas plataformas? Ventajas claras:

  1. Filtración inicial: Alguien ya ha hecho el primer filtro por ellos. No tienen que perder horas, años o vidas buscando en un mar infinito de perfiles, las plataformas presenta a los artistas emergentes más prometedores.
  2. Accesibilidad y facilidad de uso: Encontrar a los artistas es fácil, todo está organizado y categorizado, no pierden tiempo navegando sin rumbo. ¿ que buscas? Impresionistas, acuarelistas, escultores? No importa, todo está organizado por categorías.
  3. Transparencia: No tienes que enfrentarte a algoritmos traicioneros que priorizan contenido viral sobre calidad artística.
  4. Comunidad de artistas emergentes: Paginas como CalleArte, que hay muchas, todos los artistas han sido seleccionados cuidadosamente, lo que garantiza que ya pasaron por un proceso de evaluación.


El futuro ya está aquí

Si todavía piensas que puedes vender tu obra a través de redes sociales, lamentablemente estás perdiendo el tiempo. Los curadores y comisarios no van a pasar horas rastreando millones de perfiles para descubrir tu trabajo. Si quieres ser encontrado, sé inteligente. Sé visible donde realmente te pueden ver, en plataformas como la nuestra, CalleArte+.

Redes Sociales: Una herramienta de marketing, no una galería de arte

Imagina que tienes 100 euros y estás buscando comprar una camisa por internet. ¿Dónde la comprarías? Lo más probable es que te dirijas a una tienda online de moda, a una plataforma reconocida como Amazon, Zara o cualquier sitio especializado en ropa. No buscarías en Instagram o Facebook.
Entonces, si fueras un coleccionista de arte con 1,000 euros para gastar en una obra de arte, ¿por qué irías a Instagram o Facebook a buscar una pintura o estilo especifico? Es irreal pensar que alguien con un capital considerable para invertir en arte se aventuraría a bucear entre perfiles de artistas aleatorios en redes sociales. Sería como buscar una aguja en un pajar.

La lógica detrás del error

Aquí está la cuestión: si tú no comprarías una camisa en redes sociales, ¿por qué pensarías que un curador o coleccionista va a comprar arte allí? La respuesta está en la percepción equivocada de las redes sociales. Instagram y Facebook son herramientas de marketing, plataformas diseñadas para promocionarte, hacerte visible y crear una conexión con tu audiencia. Pero no son ni deben ser consideradas como mercados de arte serios.
Los coleccionistas serios, al igual que los curadores, no tienen tiempo para perder en la inmensidad de estas plataformas, donde es fácil distraerse con contenido irrelevante o viral. Ellos buscan en sitios especializados, donde el trabajo ya está filtrado y categorizado, como CalleArte, galerías virtuales o casas de subastas en línea. Saben exactamente a dónde ir, y no están interesados en el ruido de las redes.

El mal de la humanidad: Repetir los mismos errores

Aquí es donde radica el problema. Todos hacemos las mismas cosas. Creemos que, porque alguien más lo está haciendo, es lo correcto. Ves a miles de artistas creando perfiles de Instagram y piensas: “Yo también tengo que estar allí.” Ves a alguien vendiendo una obra por casualidad y te dices: “Esto también me puede pasar a mí.”
Este es el mal de la humanidad: seguir ciegamente los mismos caminos, cometiendo los mismos errores, sin detenerse a pensar si realmente tienen sentido. Si tu intención es vender una obra de arte, ¿por qué confiarías en un lugar donde la venta de arte es una rareza? La realidad es que las redes sociales te ofrecen visibilidad, pero no son la respuesta para concretar ventas importantes. Un coleccionista o curador profesional no va a perder su tiempo en una plataforma que está sobresaturada de contenido.

Sé diferente, sé inteligente

Si todos están haciendo lo mismo y cometiendo los mismos errores, ¿por qué no ser diferente? En lugar de caer en la trampa de depender exclusivamente de las redes sociales para vender arte, invierte tu tiempo en plataformas especializadas. Los curadores y coleccionistas valoran la profesionalidad y el criterio curatorial. Buscan en sitios que ya han hecho el trabajo de filtrar a los artistas emergentes, sitios como CalleArte, donde cada obra ha sido seleccionada con criterio, y donde saben que pueden encontrar talento verdadero sin tener que buscar entre millones de perfiles.

Descubre por qué los coleccionistas y curadores buscan en plataformas especializadas y deja de perder tiempo cometiendo el mismo error.

Conclusión: No cometas el mismo error

Vender arte no es un golpe de suerte ni un juego de probabilidades. Si realmente quieres vender tu obra y que los profesionales del mundo del arte te encuentren, debes estar donde ellos buscan. Las redes sociales son una herramienta poderosa para promocionar tu trabajo, pero no son la plataforma adecuada para vender. Si lo entiendes y ajustas tu estrategia, estarás un paso adelante de todos aquellos que aún están atrapados en el ciclo de hacer lo mismo una y otra vez, sin resultados. 

¡Piénsatelo!


El arte cobra vida cuando compartes tus ideas: ¡únete y hazlo realidad!

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