Encuentros con Talento: Michael Johnson

Michael Johnson no colecciona arte por vanidad ni por inversión. Lo hace por necesidad espiritual, por amor a las historias que no suelen contarse desde los grandes museos. En esta entrevista para Encuentros con Talento, nos abre las puertas de su mundo interior: uno donde el arte tiene alma, contexto, y sobre todo, compromiso.

Afroamericano de nacimiento y ciudadano del mundo por vocación, ha vivido entre Los Ángeles, Madrid y ahora Lisboa. Desde ahí, sigue apostando por artistas que no encajan en los circuitos de siempre, pero que laten con fuerza desde los márgenes. Cree profundamente en iniciativas como CalleArteMas, que visibilizan aquello que el mercado ignora o desprecia: el talento genuino, la resistencia cultural y la verdad estética.

CalleArteMas: Michael, ¿recuerdas la primera obra que compraste?

Michael Johnson: Cómo olvidarla. Fue en un mercadillo en el Este de Los Ángeles. Un retrato en acrílico sobre tabla, sin firma, sin marco… pero con alma. No sabía quién lo había pintado, pero sabía que debía vivir conmigo. Esa obra me enseñó que no necesito que una pieza sea famosa para que me conmueva. Solo tiene que ser honesta.

CalleArteMas: ¿Qué tiene que tener una obra para que te decidas a comprarla?

Michael Johnson: Tiene que hablarme. No desde la técnica, sino desde el pulso. Hay obras que están perfectamente hechas, pero no dicen nada. En cambio, una pieza humilde, como muchas de las que he visto en CalleArteMas, puede tener una potencia emocional brutal. Me interesa lo que vibra, lo que no pide permiso para existir.

CalleArteMas: ¿Cómo haces seguimiento de un artista que te interesa?

Michael Johnson: No soy de los que compran y desaparecen. Me gusta seguir la evolución de quienes me tocan el alma. A veces visito sus redes, otras veces les escribo directamente. Me encanta cuando descubro artistas en plataformas como la vuestra, porque ahí puedo ver no solo su obra, sino su discurso, su coherencia, su lucha. Para mí, el arte sin contexto es solo decoración.

CalleArteMas: Has vivido en ciudades muy diferentes. ¿Eso te ha influido como coleccionista?

Michael Johnson: Muchísimo. En Los Ángeles aprendí que el arte puede ser callejero. En Madrid, entendí la carga emocional. Y ahora en Lisboa, siento la melancolía africana. Cada lugar me ha moldeado, pero hay un hilo común: siempre busco lo que no está en el escaparate. Justamente por eso valoro tanto proyectos independientes, porque son espacios donde se da voz a quienes no suelen tenerla.

CalleArteMas: ¿Prefieres artistas emergentes o ya establecidos?

Michael Johnson: Emergentes, sin duda. Me gusta sentir que estoy acompañando a alguien que aún está construyéndose. Y no hablo de caridad, hablo de convicción. Hay artistas increíbles que no tienen galería ni representación, pero gracias a plataformas como la vuestra pueden mostrarse al mundo con dignidad. Y eso cambia todo.

CalleArteMas: ¿Qué opinas del mercado actual del arte?

Michael Johnson: El mercado especula. No siempre valora el alma. Por eso me alejo de ferias lujosas y me acerco a proyectos independientes. Lo que CalleArteMas está haciendo es revolucionario, porque propone un modelo más justo, más humano, más cercano. Donde el coleccionista no es un banquero, sino un aliado. Y eso, para mí, es el futuro.

CalleArteMas: Para cerrar, ¿qué consejo darías a artistas emergentes que quieren conectar con coleccionistas?

Michael Johnson: Sean auténticos. No copien tendencias. No pinten para gustar. Y sobre todo, no mientan. Parece obvio, pero no lo es. Si me dices que tienes una exposición en Londres, lo primero que hago es buscarla. Y si no la encuentro, llamo a la galería. Si me estabas mintiendo, no te compraré nunca más. El artista no necesita adornar su biografía con fantasías, necesita ser honesto. Hoy en día, en internet está todo. Lo que construyes con verdad se sostiene; lo que inventas, se derrumba.

Y si no sabes por dónde empezar, te lo digo claro: abrid una tienda en plataformas como: Saatchi Art, Artfinder, Singulart, UGallery o CalleArteMas. Son refugios, pero también catapultas. Porque ahí no solo se vende arte, se construye confianza. Y la confianza, como el arte verdadero, no se improvisa: se vive.

Conclusión

Michael Johnson nos recuerda que coleccionar no es acumular, sino acompañar. Que una obra vale más por la historia que contiene que por el precio que alcanza. Su mirada honesta, crítica y afectuosa es un faro para el nuevo coleccionismo: uno que no compra modas, sino verdades.

Desde CalleArteMas, celebramos la complicidad con personas como él, que creen en una cultura accesible, horizontal y profundamente humana. Porque como bien dice Michael, “el arte necesita menos vitrinas y más ventanas”.

¿Quieres conocer a Michael Johnson? Visita su Instagram: @michael_johnson10

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